1.- El pálido de la esquina.
Existe un sujeto al cual me gusta ver. Es un tipo larguirucho y pálido que me resulta extrañamente atractivo, todos los días (o casi todos) lo veo en su tienda cuando voy camino a Zona Tintero.
No me atrevo a hablarle, ni siquiera puedo verlo a los ojos. Desde que era una mocosa de secundaria no había existido un sujeto que me pusiera nerviosa solo por gustarme.
Y así continuará, solo un eye candy más (insípido para la mayoría, extrañamente correcto para mí)